Los años setenta fueron años de locura en los EEUU. La juventud se rebeló contra la guerra que tenía lugar en Vietnam y nace un movimiento cultural que trata de romper con todo lo establecido hasta el momento. Los hippies toman las calles y se manifiestan con sus dedos en forma de V al grito de ¡paz y amor!
Y dicho así parece algo muy serio, pero realmente fue un movimiento muy divertido, lleno de color, con un ligero olorcillo a pachulí. Si quieres soltarte la melena, ponerte todos los colores que se te ocurran a la vez, recuperar tus pantalones de pierna ancha y rescatar chalecos y pamelas del baúl de tus padres disfrazarte de hippy es tu opción.
Aprovecha ropa que tengas por casa ¡todo vale!
Decora unos pantalones anchos de cualquier material con unos cuantos parches de colores o dibujos a bolígrafo con el símbolo de la paz. Tu camisa de chorreras de los ochenta puede valer…para tu chico. Tú mejor usa una de las floreadas que él tiene guardadas en el armario tras sus últimas vacaciones en la playa.
Pero sobre todo los chalecos, de flecos a poder ser, con llamativos colores y estampados imposibles. No es complicado coserse un chaleco uno mismo para un disfraz, pero también puedes usar alguno de punto divertidamente customizado.
Para ti, chica, vale cualquier peinado. Si llevas el pelo corto ponte una enorme pamela y unas gafas XXL. Si llevas melena péinala en dos divertidas trenzas. Para ti, chico, la melena es imprescindible, así que si no la tienes natural te tocará comprar una divertida peluca de aspecto desaliñado. Una cinta por la frente para sujetarla impedirá que no veas nada durante toda la tarde. Puedes ponerte una barba larga y desaliñada para completar la impresión de que acabas de salir de una comuna.
Y los complementos imprescindibles
A parte de las pamelas y gafas imposibles ya comentadas no olvides las famosas gafas redondas inmortalizadas por John Lennon y por Janis Joplin. Colgantes enormes con el símbolo de la paz o motivos étnicos y pulseras de cuero, hilo o cualquier otro material que indique que son made in house casarán a la perfección.
Plumas y motivos que recuerden a los indios nativos americanos también son bienvenidos en este disfraz. Así mismo se puede llevar una guitarra, un libro forrado con fotos de los cantantes de la época o imperdibles de todos los tamaños con pins que hagan referencia a la paz y en contra de la guerra.