El disfraz del Zorro no pasa nunca de moda. Es ideal para niños y también puede ser usado por adultos. ¿Quién no recuerda a Antonio Banderas con Catherine Zeta-Jones, encarnando este personaje en la película que lo volvió a poner en el tapete?
Si el disfraz se quiere alquilar es fácil de encontrar porque es un clásico y si se quiere hacer casero tampoco es difícil, ya que consiste en ropa negra y algunos accesorios que le darán la caracterización.
Puede estar presente la letra “Z” en algún lugar del disfraz. Puede estar pegada, bordada o cosida, pero siempre debe estar presente y debe llamar la atención por su tela contrastante o por su brillo.
Si se tienen un par de botas negras, serán el complemento ideal para el pantalón, también negro del disfraz. Un cinturón en lo posible con algún dibujo en tachas más bien antiguo puede servir. Una camisa negra, de ser posible con anchas mangas puede complementar el atuendo
El sombrero es característico y si bien se parece a un “sombrero vaquero negro” no es igual a este. En algunos casos puede ser sustituido por una bandana negra, sobretodo en los casos de que el disfraz sea infantil. El antifaz es importante. Si se quiere usar con maquillaje, se puede marcar con lápiz delineador de cejas negro una barbita perita y bigotes.
La espada es un accesorio a tener en cuenta, si se le quiere dar vida al disfraz.
Y por supuesto el detalle más importante e infaltable: la capa, que es la que le da ese toque de personaje superpoderoso. La capa puede ser corta o larga, pero debe estar hecha en una tela que de la imagen de movimiento que requiere. Es una capa que se tornea con cada movimiento de esgrima, por lo tanto no debe ser hecha en tela rígida.
En este disfraz la actitud es importante: el Zorro es un personaje orgulloso, que levanta su barbilla en señal de poder, su porte es impresionante y amedrenta con su sola presencia.