Para cuando llega la Navidad no hay nada mejor como montar el Belén según la tradición manda, así debemos asegurarnos que todas las figuritas, al menos las principales, luzcan bien relucientes en un lugar preferente de nuestro hogar. Pero más allá de la instalación del pesebre que, puede apetecernos más o menos, sí que podemos utilizar a los niños de la casa como auténticas figuras vivientes, protagonistas de este momento religioso.
En esta ocasión nos vamos a decantar por hacer de nuestra criatura un tierno angelito. Sí, el mismo que guió a los pastores hasta el lugar donde había nacido el Niño Jesús.
Vamos a necesitar: unos leotardos blancos y una camisa o jersey nuestro blanco, de este modo le quedará largo y representará una túnica. Si vemos que nuestra prenda queda excesivamente grande, también nos podemos atrever a cosérsela nosotras mismas. Para ello necesitaremos una tela blanca, de una sábana o un retal grande (si tiene algo de brillo mucho mejor) y hacerle dos costuras a los lados, dejando un hueco para sacar los bracitos y la cabeza. Debajo de esta tela le podemos poner un jersey blanco. En el dobladillo de la túnica le cosemos espumillón dorado o plateado.Las alitas las recortaremos con cartón que podemos forrar con un papel blanco y añadirle un poquito de purpurina para que brille. Se las sujetamos a la túnica cosiéndolas o con imperdibles. Para la cabeza bastará ponerle una cinta dorada en la frente que, como método muy casero, la podemos fabricar con papel de aluminio. Y como toque último, si queréis, un toque de purpurina en las mejillas les puede dar un toque “divinamente angelical”.
DISFRAZ DE DEMONIO
Si nos interesa ser el contrario, más alla de la Navidad y disfrazarnos de demonio es muy sencillo.
Tan solo necesitaremos unos cuernos rojos bien grandes, que si no los podemos comprar podemos fabricarlos con una diadema roja y unas pequeñas orejas rojas hechas en carton y forradas con tela roja.
El paso fundamental es la capa roja. Para hacerla podemos coger una tela de seda o brillante y hacer como si fuera un óvalo marcando mucho el cuello, desde lo más pequeño a lo más grande. Aqui es importante cortar la tela con mucho cuidado y teniendo en cuenta que debe llegar casi a los pies de la persona que se disfrace.
Por último, nos pintamos un poco la cara y podemos usar un bastón negro en la mano que hará que seamos muy temidos durante todo el festejo!
Feliz creación!
Fuente de la imagen