Disfraces realizados con papel de periódico

El papel de periódico es un material muy barato y que nos permite realizar gran cantidad de disfraces, eso si, utilizando todas nuestras artes tanto para manualidades como para confeccionar trajes. Y es que con papel se pueden hacer desde máscaras increíbles con pasta de papel hasta auténticos modelos dignos de una pasarela de moda. Todo dependerá de la pericia que tengas manejando las hojas de las noticias.

La pasta de papel para hacer máscaras se realiza con papel de periódico bien mojado y escurrido hasta convertirlo en pulpa de papel que se mezcla con cola blanca hasta obtener una pasta totalmente moldeable. Hay otras formas y materiales para hacerla, pero esta es la más sencilla y barata.

Se compra una máscara base, de esas de plástico que venden en las tiendas de manualidades y que no tiene ningún tipo de decoración y vamos colocando la pasta sobre ella y moldeándola en la forma que más nos guste. Cuándo seca se pinta y barniza y tenemos una bonita, original y barata máscara.

Trajes de papel

Pero además de para hacer máscaras el papel tal cual nos vale para realizar los trajes más originales. No en vano mucha gente utiliza los periódicos para elaborar los patrones para sus trajes. Pues en este caso el patrón se convierte en el traje en si, al menos en los complementos más divertidos y sencillos si se quiere hacer una manualidad con niños, como vemos en la siguiente foto.

Pero si somos unos auténticos artistas podremos llegar al nivel de la siguiente fotografía, y elaborar complicadas y delicadas creaciones que están a la altura de los más grandes. Evidentemente esto no es sencillo ni está a al alcance de todo el mundo, pero puede ser todo un reto para los artistas con la aguja a los que les guste ser originales y muy diferentes. Sin duda se quedarán con todo el mundo allá dónde vayan.

Cuidado con los accidentes

Hay que tener mucho cuidado porque el papel de periódico obviamente es muy delicado y un viento demasiado fuerte o cualquier pequeño golpe o enganche pueden echar por los suelos el trabajo de muchos días. Refuerza con cartones las partes más expuestas de los vestidos y no te olvides de quitarte fotos antes de salir de casa por si cuándo vuelves ya no queda ninguna prueba de que fuiste capaz de hacer algo así de bonito.

Súper Mario Bross (y Luigi)

El otro día le regalaron a mi sobrino una gorra roja con una M decorándola. Enseguida él dijo “¡como la de Mario Bross!”. Algo que me sorprendió y me hizo pensar como este personaje ha conseguido sobrevivir saltando entre generaciones entre estrellas, setas y flores que le hacen inmortal por momentos.

Y es que Súper Mario Bross ha conseguido ser un referente para los amantes de los videojuegos. Por esta razón cada vez son más los que se deciden a disfrazarse del fontanero italiano. El cual no va solo, siempre le acompaña su inseparable hermano Luigi.

Hoy os dejamos alguno de los mejores trajes y más originales que hemos encontrado de esta pareja tan mítica, los cuales pueden daros una idea para custodiar uno propio inspirado en los hermanos. Espero que os gusten:

Mario y Yoshi

Aunque en este caso solo vemos a Mario, podemos elaborar un disfraz igual para un amigo nos acompañe vestido de Luigi. La idea es representar a los personajes en las últimas versiones de los videojuegos, donde van sentados en esta rana, llamada Yoshi.

Para ello esta chica ha creado el traje típico de Súper Mario, dejando las piernas libres rellenándolas de espuma o relleno. Pues las suyas son las patas traseras de la rana. La cual está creada como un peluche normal, un trabajo de artesanía pura, no al alcance de los más torpes.

Para las más coquetas

Estas chicas cumplen a la perfección del sueño de cualquier friki, ya que aparte de notarse que les encantan los videojuegos sin dejar de ser femeninas en cualquier reunión o fiesta a la hora

De interpretar a sus personajes favoritos.

Ya hemos visto en algunas entradas posteriores esta clase de forma de personalizar trajes con solo unos tull. En este caso azulón. Al que han añadido los tirantes con botones amarillos. Cada una complementan sus disfraz con unas gorras  echas de goma eva con las iniciales M y L respectivamente. Al igual que las camisetas y calcetas rojas y verdes.

Los videojuegos comen cerebros…

Eso decían nuestras madres, y viendo las últimas variaciones de este disfraz…puede que sea verdad. En este caso tanto Luigi como Mario parece haberse colado en otro videojuego, pues su aspecto es algo podrido…

Como veis a este dúo se les ocurrió caracterizar a la pareja animada como zombis. Es muy fácil hacerlo, solo necesitas ensuciar y romper tu traje con manchas de sangre y mugre. Hazte unas cuantas cicatrices en la cara y maquíllate con grandes ojeras moradas y sangre en la boca. Un disfraz perfecto para Halloween.

Una noche tenebrosa

Halloween proviene de la celebración celta de Samhain, llevada por los emigrantes irlandeses a Estados Unidos y, de allí, exportada a todo el planeta. Es en buena parte una celebración civil de trasfondo religioso que, desde el siglo XIX, se celebra el 31 de octubre.

Los colores propios de Halloween son el negro, el morado y el naranja. La festividad suele ligarse a símbolos como la calabaza de Jack O’Lantern. Entre otras actividades, es típico el “truco o trato”, en el que los chicos, disfrazados, van de casa en casa obteniendo golosinas a cambio de no gastar al dueño una broma pesada

Por supuesto, son típicas las fiestas de disfraces, para las que te vamos a dar algunas ideas. De acuerdo, aún quedan meses, pero el tiempo pasa volando…

Cruella de Vil: con sus manchas de dálmata rodeándole todo el cuerpo. No olvides ponerte una peluca blanca y negra.

Bailarina fantasma: es una combinación de dos disfraces, un traje de esqueleto con un tutú y manos gigantes. Muy original.

Hombre sin rostro: perfecto para pasar desapercibido y dejar esa sensación de miedo e intriga en las fiestas por saber quién se esconde bajo ese capuchón. No te olvides de la guadaña.

Jason: el asesino en serie conocido por su máscara de Hockey y su machete con el que sembró el terror en Texas.

Máscara de Freddy Krugger; el mítico malvado de nuestras peores pesadillas.

Rick Grimes: disfraz del Sheriff de Walking Dead, la serie televisiva de zombis.

Disfraz de Monster High: con las muñecas favoritas de las niñasñ que pueden ir de Frankie Stein, Draculaura o Clawdeen Wolf.

Alienígena: un monstruo verde, tanto para hombre como para mujer.

Disfraz Morphsuit Gangster: con el que tu cara no tendrá facciones y asustarás a todos los invitados.

Disfraz de Mortis: el personaje gracioso de la familia Adams.

Alicia siniestra: nuestra Alicia del país de las maravillas se ha vuelto un poco maligna ya no es una niña dulce.

Conejo rabioso: este disfraz tiene una máscara y unos ojos que no te dejarán dormir.

Hombre de hojalata: parecerás sacado de un desguace o una chatarrería.

Como puedes suponer, tenemos más y más ideas, pero también tiempo suficiente hasta Halloween para ir contándotelas. En todo caso sí hay una pauta general para disfrazarte, se en Halloween, sea en cualquier otro momento: deja que sea tu imaginación la que mande.

Pros de los disfraces caseros

Los disfraces caseros tienen una serie de ventajas respecto a los comprados que podemos resumir en las siguientes:

–          No encontrarás otro disfraz igual al tuyo. Será original y único.

–          A no ser que te líes a realizar algo muy complicado el disfraz será barato y no te supondrá tanto desembolso como un traje comprado.

–          Puedes utilizar ropa u otros objetos que encuentres por casa y luego retornarlos a su uso original.

–          Si reciclas cosas del hogar o compras prendas que pueda usar luego no tendrás que pensar dónde guardar el disfraz, solo tendrás que desmontarlo y todo vuelve a su lugar.

–          Es divertido realizarlos, sobre todo si lo haces con amigos y quedáis para coser las piezas o diseñar el modelo.

–          Si el disfraz es para niños pueden participar en su creación, lo cual siempre les hace mucha ilusión.

Contras de los disfraces caseros

Pero también está la otra cara de la moneda, lo que hace que estos disfraces no sean muy populares entre algunas personas que se estremecen ante la sola idea de realizar su disfraz:

–          A veces pueden ser algo cutres, sobre todo si no queremos pensar demasiado. La imaginación es lo fundamental y no todo el mundo se molesta en pensar mucho.

–          Si no sabes coser muy bien o eres negado para las manualidades el resultado puede dejar mucho que desear y lo que era una buena idea sobre el papel ser todo un desastre al cobrar no-forma.

–          Su elaboración puede requerir mucho tiempo y no todo el mundo dispone de demasiadas horas para invertir en algo que se va a usar una noche y probablemente nunca más

Pros de los disfraces comprados

Los disfraces comprados también tienen sus defensores y éstos tienen muy buenos argumentos:

–          Un disfraz comprado no da trabajo, podemos limitarnos a usarlo y guardarlo sin más.

–          Actualmente hay disfraces muy económicos, además una vez usados se pueden intercambiar.

–          También podemos alquilarlos para una noche

–          Un disfraz comprado siempre queda bien, sea la ocasión que sea no desentonaremos y tendremos una buena apariencia.

Contras de los disfraces comprados

Y por supuesto, también hay detractores:

–         Un buen disfraz es caro, los disfraces baratos en ocasiones tienen muy poca calidad

–    Es posible llegar a la fiesta y encontrarse a alguien que lleve exactamente el mismo disfraz, lo cual nos va a restar toda la originalidad que deseábamos tener.

Las mujeres también se cambian de sexo en carnaval

Es ya demasiado típico ver durante una fiesta de carnaval a varios chicos vestidos de mujeres, generalmente con una apariencia que podemos calificar de poco formal y en ocasiones rozando incluso el mal gusto, sino dándose de morros, eso si, bien pintados de rojo, contra el.

Puede ser divertido ser a tu pareja, a tu padre o incluso a tu jefe vestido de mujer, con pestañas postizas kilométricas y haciendo equilibrios sobre unos tacones, pero para los que no conocen a la persona tan solo será uno más de los cientos de hombres poco imaginativos que han visto en los carnavales.

Pero ya no es tan común, aunque tampoco vamos a decir que no sea habitual, ver a una mujer vestida con prendas masculinas. Quizás porque cada vez está más de moda sentirse muy sexy en las fiestas de disfraces este tipo de ropas se han visto relegadas a un segundo plano en los últimos años

Un disfraz divertido que puede actualizarse

Sin embargo este disfraz masculino puede actualizarse y convertirse en una opción muy divertida para las mejores fiestas de disfraces. Puedes, por ejemplo, tomar prestado un traje clásico de los típicos que tu pareja o tu padre puede ponerse para una boda y con un buen maquillaje y un gorro convertirte en un mimo o en una estrella del cine mudo de los años veinte tal como vemos a una irreconocible Scarlet Johansson en la foto.

O puedes ser todo un rocker duro y chuleta con el pelo engominado, al estilo de la inolvidable imagen con la que nos deleitó hace ya algún tiempo Lady Gaga. Bastante más impactante que muchos de los looks femeninos tan revolucionarios y que también darían para una fiesta temática.

Sin gastar en la ropa, centrándonos en los complementos.

Este tipo de disfraces permiten que no gastemos ni un solo euro en la ropa, ya que cualquier pariente o amigo puede prestarnos uno de sus trajes, pero a cambio debemos de esforzarnos en que los complementos, como la peluca o el maquillaje, sean de lo más acertados para que no tengamos un resultado chabacano sino algo elegante, divertido y que destaque entre los demás trajes.

Y es que las mujeres podemos tener mucho estilo aún cuando decidimos renunciar a nuestra apariencia femenina por un día y lucir nuestro lado más viril y cargado de testosterona.

El clásico payaso malo

Los payasos malignos son una constante en la literatura y el cine de terror. Son muchas las personas a las que estos simpáticos personajes les inspiran auténtico terror y no son precisamente motivo de sonrisas. Sus extravagantes ropajes y sus maquillajes donde sonrisas y caras tristes se entremezclan hacen que algunos sientan escalofríos en el estómago.

Pero con lo que de verdad se pasa miedo es con los auténticos payasos diabólicos, los que no ocultan su condición de monstruos malvados dispuestos a todo. Un disfraz que hará temblar a todo el mundo en Halloween y que además nos puede valer para reciclar el simpático atuendo que hemos comprado para la última fiesta de cumpleaños del niño.

La clave está en el maquillaje

El atuendo de payaso infernal y el de dulce animador de niños no difiere en demasiadas cosas en lo que a ropaje se refiere. Pero si en dos aspectos que los hacen inconfundibles: el maquillaje y los complementos. Mientras que un inocente clown llevará pinturas alegres, un malévolo bufón irá maquillado conforme a su diabólica condición. Pon a funcionar tu imaginación e inspírate en los peores personajes de cine.

Completa el disfraz con algún tipo de arma ensangrentada que te haga parecer aun más amenazante y de un toque gore a tu disfraz de Halloween. Puedes salpicar también la ropa con pintura roja para que parezca que acabas de realizar una visita nocturna a alguna víctima desprevenida.

Y si no tienes ropas para reciclar…

Puedes realizar tu mismo el traje de payaso de una forma sencilla. Ponte una camiseta de un color llamativo y un pantalón negro flojo. Usa plástico de colores o fieltro para recortar círculos de diferentes tamaños y pegarlos por la ropa. Hazte una pajarita gigante o una flor grande para la solapa. Una peluca y maquillaje y ya habrás improvisado un traje divertido, original y sobre todo muy barato.

Otra opción es realizar el traje con bolsas de basura. Un agujero para la cabeza, dos para los brazos y decórala tal como te dicte la imaginación. Una socorrida y también barata forma de disfrazarse cuando no se quiere gastar demasiado dinero. Compra bolsas de diferentes colores y forra también tus zapatos para conseguir un look de lo más completo y divertido.

Recuerda, lo importante es el maquillaje, la ropa es la excusa aunque sobre todo lo demás lo que cuenta es divertirse y pasar una aterradora noche de fiesta en la compañía de tus criaturas aterradoras más queridas.

Los complementos, indispensables en cualquier disfraz.

El traje más caro podría resultar soso si no lo aderezamos con la chispa que le dan los complementos de carnaval. Y, en caso de tener un presupuesto limitado, es obvio que son  lo que marcan la diferencia y hacen que nuestro disfraz barato pueda destacar por su imaginación, humor o su originalidad.

Hay muchos tipos de complementos, desde los más grandes y vistosos hasta pequeños detalles que aportan ese toque en el que hay que fijarse y para descubrir el “secreto” del traje. No dudes en recurrir a los complementos a la hora de dar vida a tu disfraz.

Gorros, pelucas y bisutería de colores.

Sin duda los gorros y las pelucas con los complementos más recurridos a la hora de buscar un traje de carnaval. Una peluca loca de colores llamativos y un enorme gorro en punta ya te convierten en una bruja malvada. Y la bisutería más llamativa y colorista transforma una sábana plegada en un traje de Cleopatra de lo más “lujoso”. Por supuesto no hay payaso que se precie sin una peluca de rizos, un pequeño gorro y la imprescindible nariz colorada.

En cualquier tienda de disfraces o en bazares multioferta puedes encontrar todo tipo de pelucas, bigotes postizos, narices de plástico, mejillas postizas de látex  y un largo etcétera. Estos complementos son tan variados que ya de por si pueden llegar a constituir nuestro disfraz sin necesidad de un traje adicional.

Pinturas y maquillajes de fantasía.

Un maquillaje puede ser el complemento ideal para cualquier disfraz y hacer que destaque entre otros muchos iguales. Si por ejemplo decidimos disfrazarnos todo el grupo de zombis podemos ponernos un traje base idéntico, pero personalizar el maquillaje que cada uno llevamos, de modo que cada uno seamos único e irrepetible.

Individualizando de este modo nuestro atuendo lograremos originalidad sin rebanarnos los sesos y, sobre todo, sin arañar demasiado nuestro bolsillo. Nunca coincidiremos con un disfraz igual en ninguna fiesta, lo cual también tiene su importancia porque, sobre todo para las mujeres, no hay nada peor que ver a otra con la misma ropa… ¡y que encima le siente mejor!

Escojas lo que escojas siéntete cómodo y a gusto.

El objetivo de disfrazarse es divertirse y pasarlo bien. Una careta de látex que cubra toda la cara puede ser muy llamativa, pero si al cabo de una hora vamos a estar sudorosos y desesperados por quitarla no habrá sido la mejor elección. Mejor dejarla para un acontecimiento corto y usar algo más cómodo si la fiesta se va a prolongar toda la noche.

Sea el más original de la fiesta usando lo más clásico.

Muchas veces para ser el más original de una fiesta no es preciso buscar lo menos visto, sino ir a lo más clásico y que poca gente se atreve a utilizar. Ir al corazón del carnaval, a su misma esencia y utilizar algunos de  los elementos más clásicos del mismo pueden proporcionarnos originalidad y elegancia y hacernos destacar en cualquier fiesta.

Las máscaras clásicas del carnaval nunca pasarán de moda y pueden ir desde las más sencillas que recrean los rostros del teatro mostrando las diferentes emociones, hasta las más elaboradas máscaras venecianas con sus hermosos diseños rococó que nos trasladan a otra época con solo mirarlas. Un traje que en principio no es nada fuera de lo normal puede resaltar y cobrar vida con uno de estos complementos tan clásicos pero tan originales a la vez.

Trajes de los carnavales sudamericanos.

Los coloridos carnavales brasileños son quizás los más conocidos de los carnavales sudamericanos, pero son muchos los países latinos que los celebran a lo grande. Sus vistosos trajes resultan de lo más original y alegre y siempre triunfan en cualquier fiesta a ambos lados del charco.

Puede utilizar desde las ropas típicas de los desfiles de carrozas hasta derivaciones de trajes indígenas adaptados para las fiestas. No pasará desapercibido con estos llamativos atuendos tan llenos de color y de alegría. Lo que en un país pueden ser ropas comunes o folclóricas, en otro lugar pueden ser parte de un disfraz diferente y que se desmarque de lo común.

Y si se atreve, conviértase en la reina de la fiesta.

Los llamativos trajes de las reinas del carnaval no están al alcance de la mayoría de nosotros, pero si una versión más sencilla de la misma, donde la imaginación suplirá la falta de presupuesto. No tema abusar de los complementos, diviértase cubriéndose con collares y abalorios de colores.

Eso si, procure que el traje resulte algo más cómodo que los originales o su noche puede resultar tremendamente larga. Cuidado con las faldas demasiado armadas que pueden evitar incluso que la persona que las vista sea capaz de sentarse. Los altísimos tacones y las llamativas plataformas deben de descartarse a no ser que se esté muy acostumbrada a calzarlos o el espíritu de sacrificio en pos de la imagen sea muy grande. Sobre todo cuando es un hombre quien calza este tipo de zapatos.

Los más tiernos de la casa tienen su disfraz adecuado.

Con la llegada de un bebé a la casa todo son novedades: su primera sonrisa, la primera su primer diente y ¿por qué no? Su primer disfraz. Si un bebé ya es de por si tierno y arranca sonrisas, uno disfrazado puede causar doble exclamación en quién lo ve.

Pero aunque no hay que renunciar a disfrazar a un bebé por muy pequeño que sea, hay que hacerlo con un disfraz adecuado a su edad y características para que el también disfrute de la fiesta.

No utilice pinturas ni complementos duros.

Las pinturas de la cara, incluso las de mejor calidad y las más suaves, pueden resultar demasiado agresivas para la delicada piel de un bebé. Es mejor evitarnos disgustos y no utilizarlas en los más pequeños de la casa ya que podrían aparecer alergias o simplemente podría ingerir las pinturas y tener algunos problemas gástricos. Ya tendrán años y años por delante para pintarse.

Huelga decir que no se puede utilizar con un bebé un complemento puntiagudo o que puedan comerlos o resultar peligros en modo alguno. Pero también debemos de tener cuidado con aquellas partes del traje que puedan ser demasiado duras o ásperas. En ocasiones los disfraces baratos que compramos en bazares económicos no cumplen todos los requisitos necesarios para que nuestro bebé esté cómodo. Si decide adquirir uno de estos disfraces revíselo concienzudamente.

Un traje adecuado a la época del año.

Escoja un disfraz que esté acorde con la temperatura de mes en que se celebre la fiesta o del local donde vayamos a estar. Recuerde que su bebé no va a poder decirle que tiene frío o calor y es necesario que cuidemos esos detalles. Es más importante que se sienta a gusto que el hecho de que el disfraz sea más o menos bonito.

Procure que la ropa sea fácil de poner y de quitar, ya que probablemente tenga que mudar los pañales del pequeño mientras va disfrazado y si encima debe de hacerlo en un local público no es lo más acertado escoger ropas que lo dificulten. Por su comodidad pero sobre todo por la del pequeño. No olvidemos que para el debe de ser también divertido y relajante.

Y sobre todo no olvide cargar la batería de su cámara  la víspera de la fiesta y tener una amplia tarjeta disponible, porque es seguro que va a volver a casa con una gran colección de fotos.

Los clásicos del terror salen a la calle la noche de Halloween.

Una noche mágica, portal entre dos mundos para las culturas de origen celta. Durante Halloween la frontera entre el mundo de los vivos y el de los muertos se difumina y unos y otros pueden caminar juntos por este mundo. Quizás por eso nos disfrazamos, para que estas criaturas puedan pasar realmente desapercibidas y no sepan si quienes están a su alrededor son humanos o criaturas aún más monstruosas que ellos mismos.

Los clásicos del cine de terror son disfraces recurrentes pero que mantienen todo su vigor y siguen despertando escalofríos en quienes los ven: Frankenstein, el hombre lobo, vampiros, zombies o monstruos del espacio exterior. Todo vale para aterrar a los amigos en la noche más oscura del año.

Disfraces para todos los presupuestos.

Los clásicos del terror pueden adaptarse a todos los presupuestos. Al ser tan populares es fácil encontrar trajes baratos, máscaras o complementos para adaptarlos. Drácula es tan sencillo como ponerse un traje oscuro y unos largos colmillos. Pero si se es un pequeño experto con los maquillajes faciales se puede ir más allá y transformarse en todo un Nosferatu estremecedor.

Un zombie solo viste ropas viejas y desgarradas. Unas ojeras oscuras, algunas manchas en la piel y  un pelo con aspecto mugriento y desaliñado son suficientes para que aparentemos haber salido de las entrañas de la tierra escapando de las descarnadas maos de la muerte.

Una máscara y un traje con grandes hombreras recrearán la versión más económica de Frankenstein. Con pinturas y látex se puede conseguir una recreación mucho más sofisticada para la que no necesitará demasiado dinero extra, aunque si mucho más arte.

Personajes que todo el mundo reconoce.

Puede resultar bastante contradictorio pero estos personajes a parte de ser aterradores son también muy queridos por la gente y a todo el mundo le hace ilusión disfrazarse de esos monstruos que nos hicieron pasar noches en blanco bajo las mantas durante la niñez.

Halloween es un poco eso, volver a la infancia, a la ingenuidad con la que vimos nuestra primera película de miedo a escondidas de nuestros padres. A ese placer que se mezclaba con el miedo cuando contábamos historias de terror en los campamentos de verano. Disfrazarnos de estos monstruos clásicos es rendir un homenaje a todas esas sensaciones que nos negamos a olvidar porque están entre nuestros mejores recuerdos.