Cuando tenemos que disfrazar a nuestros hijos podemos optar por alternativas muy baratas y divertidas que además de ahorrarnos mucho dinero pueden resultarles muy atrayentes a los más pequeños porque ellos mismos pueden realizar sus disfraces, bajo nuestra supervisión.
Con un presupuesto muy pequeño y uniendo nuestras fuerzas y sus pequeñas manitas, podemos conseguir resultados fantásticos que les enseñen además que para divertirse no hace falta gastar mucho dinero.
Los ladrones más pillos de la fiesta.
Para este disfraz solo vamos a necesitar un pantalón y una camiseta oscura, una gorra de béisbol oscura, un antifaz negro que puede ser pintado, una bolsa blanca que puede ser de las que nos dan en las tiendas sin publicidad, una bolsa de basura blanca, o un saco de tela, lo que más a mano tengamos y un rotulador negro.
Dentro de la bolsa meteremos papeles para que parezca llena de dinero y pintaremos sobre ella el símbolo del Euro o del Dólar con el rotulador. En el pecho de la camiseta podemos pegar una cartulina blanca con un número simulando el que llevan los presos. El mismo traje con un chaleco verde de los que tenemos en los coches rotulado con “Policía” y ya nos habremos pasado al otro bando.
Presidiario con traje de rallas.
Necesitaremos un trozo pequeño de cartulina negra, una bolsa de la basura y un rollo de cinta blanca. Vestimos al niño con una camiseta negra y unas polainas del mismo tono (o pantalones leggings, pantalones vaqueros negros etc. Evitar los de tela porque el pegamento será complicado de quitar en ellos). Se hacen tres agujeros en la bolsa, para la cabeza y los brazos. Si es necesario se recorta por abajo para que no quede demasiado larga. Se le pega sobre ella la cinta blanca para hacer el efecto de las típicas rallas de presidiario. Se hace lo mismo en los pantalones.
Con la cartulina se corta un círculo del tamaño de la cabeza y a continuación una tira rectangular para pegar alrededor del círculo haciendo de este modo un gorro de preso. Se pega con la cinta blanca a juego con el traje.
Vaquita suiza o perro dálmata.
La base para ambas cosas es la misma y también los materiales que necesitamos. Una bolsa de la basura blanca, una bolsa de la basura negra, una cartulina, pegamento y una goma. Agujereamos la bolsa de la basura para poder meterla por la cabeza y sacar los brazos. Mejor si es una bolsa grande que cubra al niño hasta los pies. Se recortan manchas de la otra bolsa y se pegan encima de la que nos servirá de traje.
Con la cartulina hacemos una careta en la que dibujaremos la cara de una simpática vaquita o de uno de los dálmatas de Disney. Podemos sacar la plantilla de Internet