Los payasos malignos son una constante en la literatura y el cine de terror. Son muchas las personas a las que estos simpáticos personajes les inspiran auténtico terror y no son precisamente motivo de sonrisas. Sus extravagantes ropajes y sus maquillajes donde sonrisas y caras tristes se entremezclan hacen que algunos sientan escalofríos en el estómago.
Pero con lo que de verdad se pasa miedo es con los auténticos payasos diabólicos, los que no ocultan su condición de monstruos malvados dispuestos a todo. Un disfraz que hará temblar a todo el mundo en Halloween y que además nos puede valer para reciclar el simpático atuendo que hemos comprado para la última fiesta de cumpleaños del niño.
La clave está en el maquillaje
El atuendo de payaso infernal y el de dulce animador de niños no difiere en demasiadas cosas en lo que a ropaje se refiere. Pero si en dos aspectos que los hacen inconfundibles: el maquillaje y los complementos. Mientras que un inocente clown llevará pinturas alegres, un malévolo bufón irá maquillado conforme a su diabólica condición. Pon a funcionar tu imaginación e inspírate en los peores personajes de cine.
Completa el disfraz con algún tipo de arma ensangrentada que te haga parecer aun más amenazante y de un toque gore a tu disfraz de Halloween. Puedes salpicar también la ropa con pintura roja para que parezca que acabas de realizar una visita nocturna a alguna víctima desprevenida.
Y si no tienes ropas para reciclar…
Puedes realizar tu mismo el traje de payaso de una forma sencilla. Ponte una camiseta de un color llamativo y un pantalón negro flojo. Usa plástico de colores o fieltro para recortar círculos de diferentes tamaños y pegarlos por la ropa. Hazte una pajarita gigante o una flor grande para la solapa. Una peluca y maquillaje y ya habrás improvisado un traje divertido, original y sobre todo muy barato.
Otra opción es realizar el traje con bolsas de basura. Un agujero para la cabeza, dos para los brazos y decórala tal como te dicte la imaginación. Una socorrida y también barata forma de disfrazarse cuando no se quiere gastar demasiado dinero. Compra bolsas de diferentes colores y forra también tus zapatos para conseguir un look de lo más completo y divertido.
Recuerda, lo importante es el maquillaje, la ropa es la excusa aunque sobre todo lo demás lo que cuenta es divertirse y pasar una aterradora noche de fiesta en la compañía de tus criaturas aterradoras más queridas.