Nadie se resiste a la tentación de enfundarse por un día en un disfraz con el que sentirse diferente y original. Y los famosos, a los que tanto les gustan los focos y la fama, no iban a ser menos. Todos llamamos más la atención cuando vamos disfrazados, sobre todo según con qué y caracterizarse asegura focos y flashes que no están dispuestos a dejar pasar.
En algunas ocasiones las caras conocidas pueden dar ejemplo de una buena y divertida caracterización, como es el caso de Cristina Aguilera y su marido, que aparecieron de esta guisa ya hace algún tiempo en una celebración de Halloween. Es cierto que el disfraz de novia cadáver y no menos cadavérico marido no trajo suerte a la pareja que terminó divorciada, pero realmente fue una gran caracterización.
Ridículos e inclasificables
No me atrevería yo a calificar esta imagen de David Beckham. Por el detalle de su camiseta imagino que la intención era ser el hada de los dientes, personaje sajón que equivale al famoso Ratoncito Pérez español. Aunque quizás más le hubiera valido al futbolista haberse familiarizado más con nuestras tradiciones durante su paso por el Real Madrid. Eso si, nadie le puede negar mucho sentido del humor y bien poco del ridículo, que es lo que hace falta para disfrazarse bien.
Y sentido del ridículo es algo de lo que carece habitualmente Mariah Carey, una mujer con una gran voz pero con muy poco éxito a la hora de escoger su indumentaria, ya sea para una fiesta, un concierto o, como es el caso, para disfrazarse de cookie. Alguien le debería de explicar a esta mujer que con su talentosa voz no necesita luchar por una imagen de sex symbol que no va con ella.
Y yo también quiero ser famoso
“Pero si los famosos se disfrazan y salen en todas las revistas, nosotros nos disfrazaremos de famosos. Ea! Quiero ser famoso por un día!” Eso debió de pensar el protagonista de la siguiente foto cuando decidió caracterizarse como la polémica heredera (o desheredada según los rumores) del imperio Hilton. La gran Paris, siempre divina y fashion en cualquier ocasión. ¿Lo ha conseguido el protagonista de la foto? Juzgad vosotros mismos.
En fin, famosos o anónimos, con buen gusto o sin el, lo importante es divertirse… y si no al menos hacer que los demás soltemos unas carcajadas gracias a nuestro carácter extrovertido y sin complejos.