Mucha cosas de las que normalmente tenemos por casa pueden utilizarse para improvisar un divertido disfraz o para mejorar el que ya tenemos. Las socorridas bolsas de la basura son el elemento fundamental de muchos de los trajes que los más pequeños lucen en los carnavales del colegio. Además, como ahora pueden encontrarse en diferentes colores las posibilidades aumentan y resultan a un más vistosas.
Unos vasos de plástico pueden convertirse en enormes rulos del pelo si enroscamos en ellos mechones de nuestra peluca, dándole un aspecto aún más divertido que si usásemos unos tubos de verdad.
Disfraces básicos por menos de diez euros.
Con un jersey y unas medias gruesas del mismo color tenemos la base para improvisar cualquier caracterización. Póngaselos en amarillo y cosa del jersey trozos de bolsas de plástico amarillas a modo de plumas. Una cresta y un pico de gomaeva y tendremos un tierno pollito que nos habrá costado menos de cinco euros. Y no hace falta mucha maña para conseguir un simpático resultado.
Si utilizamos un jersey azul y unos leggings blancos tan solo tendremos que crear un divertido gorro y una mullida y redonda colita para que nuestro hijo se convierta en todo un pitufo. Una almohada o un relleno de cojín que ya no usemos y un trozo de tela de forro blanca serán suficientes para hacerlo nosotros mismos. Y aun nos habrá sobrado presupuesto para la cera azul con la que pintar la cara.
Y siempre queda la opción de visitar el armario de la abuela, o el trastero donde ha guardado ropa de otras temporadas. Seguro que encontrará telas que combinar, o modelos que en su momento eran pura moda y ahora horrorizan, para lograr un aspecto cómico que logre el objetivo de no ser reconocidos y arrancar una sonrisa en quién nos vea.
Papel de colores y gomaeva
Estos dos materiales nos ofrecen múltiples posibilidades a la hora de realizar nuestros disfraces caseros de una forma divertida y económica. Los papeles charol o los plásticos de celofán de colores pueden combinarse con la rigidez de la gomaeva para hacer gorros, pelucas, adornos para coser en la ropa y todo lo que la imaginación nos sugiera.
Utilizar ropa vieja, manteles, sábanas y demás ajuar ya gastado para conseguir retales o para decorar con los materiales anteriormente comentados es también una estupenda forma de reciclar y conseguir ahorrar un montón de dinero a la hora de disfrazarnos.