Japón fascina por su cultura única y original capaz de unir modernidad y tradición de una forma que resulta terriblemente atractiva al mundo occidental. Para nuestros disfraces puede ser toda una fuente de inspiración. Veamos dos disfraces para niñas, que también se pueden usar para adultas, que te enamorarán por su colorido y por la capacidad de personalización que tienen.
Las geishas y sus maquillajes siempre han sido tema recurrente de disfraces y no sin motivo. No resulta tan complicado disfrazarse de geisha y menos hoy en día que los bazares chinos están en todas las esquina. Como base se puede usar un camisón de tirantes de tela satinada.
El bazar chino es tu aliado
Para la niña se puede adaptar un camisón corto de adulto acortando los tirantes, no importa que esté flojo porque luego se fruncirá con el kimono. Que le quede a media pierna es lo ideal. Por encima se le pone un kimono que se puede comprar en cualquiera de esos bazares dejando que se vea un poco el camisón por el escote y por la parte de las piernas al caminar.
Se puede comprar tela satinada a juego con el camisón y con ella se elaborará un fajín para rodear la cintura con varias vueltas. La opción más divertida es hacer una gran moña para poner en la espalda. Y de nuevo puedes recurrir a un bazar chino para comprar un pequeño cojín satinado rectangular del tamaño adecuado.
Si usas la misma tela del fajín para anudarlo fuertemente por el medio tendrás tu moña, que solo deberás de enganchar al fajín por el método más cómodo para todos. El acabado será mejor si sabes manejar la aguja, pero este es un buen truco para los más perezosos.
Maquillaje increíble
A todas las niñas les encanta usar maquillajes, así que no creo que te cueste demasiado convencer a tu hija para que se deje pintar la cara. En muchas tiendas de disfraces y productos para fiestas hay maquillaje de fantasía blanco para la cara. Como el que se usa para disfrazarse de payaso. Puedes usarlo para cubrir enteramente el rostro.
Los ojos deben de pintarse usando el lápiz o el eyeliner para dar un aire oriental a los rasgos del ojo, elevando la línea casi hasta las cejas. Colorete rosa, muy exagerado y cubriendo casi la mitad de la cara. Y el toque de los labios, muy rojos y pintados solo el centro hará que la niña se sienta como en un cuento.