Cada vez es más frecuente que los cotillones de Nochevieja se transformen en fiestas de disfraces. No obstante, a veces nuestros invitados tienen dificultades para construirse un disfraz completo. Éstas pueden ser de distinto orden: por falta de tiempo, por cuestiones de edad, por razones económicas, etc. En todo caso, hay un tipo de evento —la fiesta del peinado— que causa furor entre aquellos que la experimentan.
En general, el concepto del disfraz parcial suele aplicarse a la cabeza más que a cualquier otra parte del cuerpo. Por eso, muchas personas se disfrazan en diferentes ocasiones apenas con una máscara, peluca, gorro o boina. Este concepto nos invita a jugar sin sufrir las incomodidades propias de un disfraz completo.
La fiesta del peinado sigue una única regla: todos los asistentes tienen que modificar la estética de su cabello de la forma más original posible. Como podéis imaginar, la adopción de una idea tan general se presta a múltiples opciones y sorpresas: siempre hasta el punto que la imaginación de los asistentes alcance.
Por otro lado, a los asistentes se les puede incitar a disfrazarse in situ, en caso de que no hayan participado originalmente. Es decir, que aquel que no haya transformado su peinado puede arriesgarse a verse rociado con aerosoles de colores u obligado a llevar diademas de muñequitos. Con respecto esto, se les puede avisar, “coartándoles” para que participen en la fiesta activamente: todo depende de lo en serio que nos queramos tomar al evento.
Si optas por esta opción para tu fiesta de Nochevieja, te damos algunas pistas:
- Crea un eslogan: vivimos en la era de la publicidad, donde las ideas se compran y se venden. Esto hará que tus invitados se impliquen más en la fiesta y vayan con más ganas. Un ejemplo sería “Despéinate para sentir el Año Nuevo”.
- Debes establecer algunas reglas con anterioridad: principalmente, para que tus invitados sepan en qué consiste la fiesta puesto que muchas personas no han oído hablar nunca de este tipo de evento. Por otro lado, debes decidir si admites pelucas u otros complementos. También debes decidir qué harás si alguien aparece con su peinado habitual.
- Obligaciones de anfitrión. En la medida en que la idea ha sido tuya, debes dedicarle tiempo a tu disfraz. No queda nada bien que hagas que los invitados se esfuercen mientras que tú te pongas cualquier cosa.
- Organiza un photocall donde fotografiarás a todos los invitados. Puedes arrepentirte si no quedan recuerdos para la posteridad. Además, deberías pensar en los divertidos montajes fotográficos que puedes hacer.
- Crea premios que repartirás al final de la noche. Para esto debes saber si se decidirán en común o crearás un “comité evaluador”. Los premios pueden ser al humor, a la originalidad, a la falta de vergüenza,etc.