Alicia en el país de las maravillas la estrella de los disfraces. Quizás, sea uno de los disfraces más solicitados en cada fiesta que se realice.
Y ya no solo para las niñas, sino también las jóvenes y mujeres lo elegimos. Por su ternura, por su clasicismo y por lo fácil de crear, hoy vamos a ver cómo podemos hacer este disfraz en casa. Diferentes personalidades la han elegido, como la que vemos en la foto a Paris Hilton.
Por supuesto que dependerá qué estilo de Alicia queremos hacer. Podemos hacerla muy sexy, clásica o a nuestro libre albedrío. En los siguientes videos podemos ver cómo realizarlo en casa.
Si no puedes comprar telas y coser, consigue al menos una sábana de color azul claro, y cinta gruesa del mismo color, así con unos alfileres, un delantal blanco y una peluca rubia con su diadema azul, tendremos lista a una Alicia fácil y económica.
Si lo quieres más complejo, sigue estos otros pasos y tendrás un disfraz más lindo y sencillo en casa.
Elijas el que elijas siempre recuerda su actitud inocente y sexy que el dará un toque especial a tu personaje!
Cuándo te casaste guardaste el traje de la boda con todo el cariño pensando que sería un recuerdo bonito que conservarías toda la vida. Pero pasado el tiempo el príncipe azul se volvió gris y luego destiñó por completo hasta el punto que tuviste que dejarlo en la lavandería y no volviste jamás a recogerlo y ahora tienes un vestido que solo te recuerda que aquello que te decía tu abuelita de que “no hay hombre bueno” quizás era cierto.
Pues no hay mal que por bien no venga ¡Ya tienes traje para tu próxima fiesta de disfraces! Y si tu matrimonio ha durado lo que tarda en desfilar una comparsa, al menos ahora si habrá algo a lo que sacarás todo el partido.
Halloween está lleno de novias
El cine de terror está lleno de novias célebres y tú ahora puedes convertirte en cualquiera de ellas sin demasiado esfuerzo. Claro que no todas llevaban vestido de novia, pero con un buen maquillaje podrás ser el personaje de Tim Burton de “La novia cadáver” sin ninguna dificultad. Solo prepárate para gastar un poco en un maquillaje bien blanco para la base y mucho lápiz negro para ojeras y complementos.
Y aunque la famosa novia de Chucky ha pasado a la historia como la cruel muñeca con su cazadora de cuero y su sexy pelo rubio, antes fue una morenaza tatuada que soñaba con casarse con el delincuente que acabó en el cuerpo del pequeño y malvado pelirrojo. Quizás no todo el mundo te reconozca, pero los más fans sabrán quién es esa novia roquera con aires barriobajeros.
Pero si lo tuyo es el cine clásico entonces tienes que ser la novia de Frankenstein, aunque va a ser mejor comprar una peluca que intentar reproducir uno de los peinados más psicodélicos del celuloide, para el que es necesaria tanta laca que la capa de ozono correría serio riesgo.
Pero si no quieres dar miedo…
Entonces puedes hacerle ver a ese que no supo hacerte feliz lo que se ha perdido al dejarte. Unas tijeritas, y el traje largo y con cola quedará convertido en un complemento sexy y de poca tela que no dejará demasiado a la imaginación y que dejará sin aliento a quien te vea. Y lo bueno de este traje es que no solo te vale para aprovechar el vestido, puedes utilizar tan solo la lencería y el velo y dejar el traje para una mejor ocasión.
Llegadas las fechas Navideñas, en la calidez de nuestros hogares, damos rienda suelta a nuestra creatividad. Decoramos nuestras casas, cantamos villancicos, nos esmeramos en la elaboración de platos suculentos y exprimimos nuestros recursos para sorprender a nuestros seres queridos con sus regalos. Igualmente, el buen ambiente generado y el tiempo libre, nos permiten mimarnos a nosotros mismos un poquito más que de costumbre. No sólo nos permitimos pequeños o grandes caprichos que no solemos darnos durante el resto del año, sino que nos cuidamos un poquito más. Buscamos prendas bonitas para lucir en las fechas señaladas, cuidamos nuestro cabello y nos maquillamos con esmero. Todo este mecanismo no tiene por qué vivirse como una espiral de derroche consumista. Podemos aprender que lo que estas fechas encierran es un juego.
Hablando de juegos, el primero por excelencia, es el del disfraz. Cuando éramos niños, jugábamos a interpretar roles que no nos pertenecían: indios, papás, profesores, brujas, princesas, robots, piratas o cualquier cosa que se nos ocurriese.
Una gran señal de que la Navidad es un gran juego en el que todos participamos es nuestra tendencia a disfrazarnos. No sólo los niños, los adultos, también participamos, aunque en menor medida, en esto. La Navidad construye en nuestros hogares un paraje atípico. Y lo bueno que tiene es que nos da la posibilidad de volver a jugar. Por unos días, a los mayores se nos permite retomar la alegría y emoción que se borró con el paso de los años y el acoso de las responsabilidades de la vida adulta. Y, ¿por qué no aplicar estas novedades al dormitorio?
Por todos es conocido la imagen de la típica Señora Claus sexy. Para elaborar este disfraz basta con hacernos con un gorro de Papá Noel y cualquier prenda roja: un camisón, un conjunto de lencería o una minifalda y una camiseta sugerente. Después, podemos completarlos con unas botas negras o rojas, a gusto del consumidor o incluso con unos zapatos de tacón alto.
Sin embargo, no es muy corriente encontrar la versión sexy de Papá Noel. No obstante, muchos padres se disfrazan del emblemático bonachón para jugar con sus hijos. Y yo me pregunto, ¿por qué no hacer un uso 2×1 con nuestro disfraz? Nuestra pareja también tiene derecho a llevarse su parte.
Si tenemos un disfraz de Papá Noel, basta con que nos quitemos el traje, nos dejemos el gorro y nos pongamos ropa interior roja. Por otro lado, podemos emplear el saco de los regalos de Papá Noel para introducir productos íntimos con los que agasajar a nuestro compañero: jabones, cremas para masajes, velas, juguetes sexuales, etc. Todo es investigar, quizá nos guste, quizá no. En todo caso, es una oportunidad perfecta para reírnos disfrazados.