Hay muchas cosas de blanco y negro en nuestro alrededor, porque es una buena combinación de colores para cualquier cosa, ropa, muebles, decoración,complementos… y como no, los múltiples recuerdos que nos traen las viejas fotos en esos tonos.
Por ello,siendo ésta combinación tan usada en la vida cotidiana, no podía ser menos utilizada en un disfraz. Si nos fijamos un poco,nos pueden venir a la mente al menos tres disfraces: mimo, arlequin y aunque no tiene que ser exactamente así, hasta un gangster podría combinar así.
Si eres de aquellos que se quedarón en los años 20 con Charlotte, y quieres seguir viviendo en esa época aun cuando estamos en 2013, un disfraz será suficiente para que por un corto periodo de tiempo, puedas trasladarte a esos momentos de la historia.
Un mimo
Es muy fácil crear un disfraz de mimo, facilísimo. Solamente os hará falta un pantalón negro, una camisa blanca, zapato negro (si es posible), tirantes, pintura blanca y negra para la cara y un bombín que remate el conjunto. En cuanto a la vestimenta creo que lo único que tendrás que hacer es, simplemente ponértela .
Para pintarte la cara es conveniente que utilices pinturas que sean adecuadas para este uso, ya que si elegimos unas cualquiera, nuestra piel puede resecarse, estropearse o que hagan aparición esos desagradables sarpullidos en la piel. En este caso, no tomes tanto en cuenta el precio como la calidad.
Si el disfraz de mimo no nos convence, podemos elegir otro que sea fácil y que no nos suponga un gran gasto para el bolsillo. En los tiempos que corren se debe amortizar lo máximo lo que tenemos y reutilizarlo en la mayor cantidad de ocasiones posibles.
En la piel de un gangster
Muchos tendrán en casa un viejo traje del padre, abuelo, hermanos o suyo propia que lo único que hace en el armario es coger polvo y ocupar sitio. Dadas las circunstancias, lo mejor será intentar buscarle un uso. Se me ha ocurrido que podríamos usarlo como parte de nuestro disfraz de gangster. Seríamos muy afortunados si además encontráramos una gabardina, pero probablemente eso será ya mucho pedir.
Al traje, preferiblemente de colores negro o gris, podemos ponerle una camisa negra en combinación con una corbata blanca para darle un punto llamativo. Si tenemos la gabardina, seria un complemento perfecto, aunque podemos añadirle otros accesorios que nos pueden venir muy bien. Unas gafas de sol y un sombrero le pueden dar el toque final a nuestro disfraz.