Cuando dos personas optan por un disfraz en conjunto deberían de ser amigos o pareja muy compenetrados. Si no es así se corre el riesgo de que uno de los dos acabe poniéndose de mala gana un traje escogido por la otra persona. Es la forma más sencilla de terminar la noche de mal humor y quizás hasta discutiendo.
Por otro lado tampoco se les debe de ir la mano con la buena onda. Un disfraz que implique que ambos miembros deban permanecer unidos a lo largo de toda la noche puede comenzar siendo divertido, pero seguro que resultará un engorro transcurrido algún tiempo.
No sea aburrido ni caiga en lo demasiado clásico.
Un disfraz tiene que resultar divertido y fresco, Epi y Blas estuvieron muy de moda en los ochenta, pero a no ser que le vaya a dar un toque diferente es mejor que no escoja a esos personajes para su caracterización.
Por el contrario puede ser un punto original recurrir a personajes antiguos, que hace tiempo que no están de moda pero que siguen presentes en la memoria de la gente. Aportar un toque divertido y de recuerdo arrancará la sonrisa hasta a los más reacios.
Los cambios de sexo están demasiado vistos.
Si de verdad quieren sorprender a sus amigos trabájenselo un poco más. El cambio de sexo entre los miembros de la pareja puede hacer reír en un primer momento, pero ¿no cree que ya está demasiado visto? Hay muchas opciones divertidas que pueden explotar sin recurrir a algo tan manido y que seguramente verá hasta la saciedad en la fiesta a la que acuda.
También deben de evitarse los disfraces de mal gusto, soeces o que puedan herir la sensibilidad del resto de los invitados. A fin de cuentas nos disfrazamos para divertirnos y pasar una buena noche. Los disfraces irreverentes pueden tener su función si la fiesta es en la calle, pero en una fiesta en un local cerrado podrían dar lugar a situaciones incómodas.
Originalidad y diversión son la claves para una gran noche.
Con poco presupuesto y muchas ganas de divertirse pueden transformarse en los pálidos vampiros de la película de moda. Los personajes de fantasía también suelen tener mucho éxito, así como las imitaciones de parejas televisivas.
Si son una pareja de manitas pueden transformarse en huevo frito y patata, tuerca y tornillo o en complementarias piezas de lego.