Según cuenta la Biblia, cuando nació el niño Jesús en Belén, un ángel se apareció a los pastores de la zona, que se estaban cuidado a sus ovejas al aire libre, afirmando que había nacido un niño que debían adorar. Así, estos se dirigieron al Portal de Belén con todo tipo de ofrendas, adelantándose a la visita de los Reyes Magos de Oriente. He ahí el origen de la tradición de los regalos.
Por esta razón, durante el periodo navideño, la figura del pastor se convierte en un símbolo que se repite con asiduidad: además de la inmensa cantidad de representaciones pictóricas de aquellos pastorcillos, éstos también aparecen como protagonistas en las letras de muchos villancicos.
En esta línea, el traje de pastoricillo es uno de los favoritos para los niños. Y uno de los más fáciles de confeccionar. En este post vamos a explicar las pautas básicas para que vistas a tu hijo de pastor.
En lo que respecta a la versión femenina del disfraz, habremos de conseguir los siguientes elementos: leotardos blancos, falda roja, camisa blanca, zapatos o botas oscuros y un pañuelo rojo para la cabeza. También podemos elaborar en casa un corpiño o corsé negro con fieltro: basta con recortar un rectángulo con este material; habremos de efectuar, a continuación, dos agujeros para los brazos. Para terminar, podemos coser unos cuantos botones rojos en la parte delantera del corpiño, donde se anudará el mismo. Para finalizar, podemos pintar en las mejillas unos coloretes rosados.
En cuanto al niño, hemos de conseguir unos pantalones de pana marrones, negros o rojos, botas o zapatos oscuros, camisa blanca o clara y un chaleco negro o marrón, a juego con los pantalones. Éste también podrá ser elaborado con fieltro. La principal diferencia con el corpiño de la pastorcilla es que deberá ser más holgado. Por otro lado, podemos coser en los bordes tiras de piel de cordero. También podemos hacerle un gorro con el mismo material.
Para ambas versiones del disfraz, puede confeccionarse un cinturón con una tira de piel de cordero: éste podrá coserse a la parte superior del pantalón o la falda, o en el caso de la pastorcilla, anudado en la parte posterior con un lazo. Por otro lado, sería interesante que nos hiciésemos con un palo largo que hiciese las veces de cayado; no obstante, si nuestro hijo aún es muy pequeño deberemos tener cuidado. Éste podrá ser decorado en su empuñadura con motivos navideños, como tiras rojas o ramitas acebo o muérdago que sujetaremos con una goma elástica o similar.
Podemos tener en cuenta que las ofrendas más corrientes entre los pastores de la historia bíblica y según la mitología navideña son las ovejas y corderos de sus rebaños. Esto podrá representarse si le damos al pastor un peluche que pueda llevar con él el día que se disfrace.