Me da a mí que la mayoría de estos niños se fían mucho de sus padres, pues a mí me disfrazan a si de pequeño y no vuelvo a mirarme nunca más en el espejo. Sin embargo, estos niños, que no digo que en su día a día no sean encantadores, pero ahora terroríficos, parecen la mar de contentos con el disfraz que sus padres le han hecho.
Y es que hay niños, de verdad, que son de lo más agradecido. Y es que un niño aunque sea mirando para abajo, despeinado y con ojeras ya da miedo. Pero cuando veas el resto de disfraces que tenemos preparado, reza por no encontrártelos en cualquier pasillo.
De un payaso feliz al payaso de It
No sabemos si es lo que querían conseguir realmente los padres del niño de la fotografía, pero lo consiguieron… Lo que me da una idea para un siguiente blog (apuntado queda). En cualquier caso este niño es un payaso de un ligero terror, de los que piensas “en cualquier momento saca un cuchillo y me la lía”.
Y es que existe una delgada línea de ser un tierno payaso a uno tan malrollero como el que vemos. Y es sobre todo la mala elección no tanto del diseño del maquillaje como de los colores en sí. En este caso quizás si solo hubiera sido cambiar la sombra por verde en vez de rojo o azul, cambiaría totalmente la expresión.
Nuevo miembro en la familia Adams
Es tan terrorífico el disfraz de esta niña que no sabría decir si es un muñeco o una niña de verdad. Desde luego si es una niña tiene una guasa que echa para atrás con la pose cogida. Sus padres deberían llevarla a un casting, porque con lo pequeña que es sigue muy bien las pautas y gestos que sus padres le mandan.
Además de lo sencilla que resulta hacer que un niño se trasforme completamente con solo vestirle de negro, algo gótico y marcarle bien las ojeras. De esta forma no hay quien se atreva a mandarlo temprano a la cama…te vas tu antes, donde sea, pero te vas.
La niña cadáver
Al contrario de la película de Tim Burton, esta niña ha pasado de ser la novia a ser la niña zombi de primera comunión. Unos tirabuzones, un vestido como de principio de siglos y unas cuantas cicatrices y ¡ya tienes un zombi que ni los de Walking Dead!
Si pretendes hacer cicatrices caseras es fácil hacerlas con una mezcla de harina y agua. Lo pones en la cara y una vez que se seque las pintas con colores rojo y negro, dejando que chorreen. Si lo prefieres puedes maquillarlas con maquillaje normal.